martes, 26 de enero de 2010

Ayer

Al sentirme tan cerca la distancia se incrementa, se niegan las emociones y la razón parece refugiarse en el sentido...

Un largo camino recorren las enseñanzas, adentrándose en el bosque de las ausencias, en el desierto de la ignorancia, en la ceguera del necio, en la soberbia del orgulloso y en la oscuridad de la vanidad.
La serenidad parece un espejo fantasmagórico que no encuentra su imagen. No hay reflejo, ni camino, ni destino. La mente se vuelve sorda ante el vacío que propicia la falta de serenidad.
La búsqueda no está en el exterior. La paz no es un lugar, una ciudad, un país; no es un desierto de arena, ni un mar de océanos. La paz se anhela pero es necesario aprender a leerla, a olerla, a pensarla, a recordarla. Es la búsqueda de una enseñanza. Es como una estrella que iluso crees alcanzar cuando intentas atrapar su reflejo en el agua.

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