miércoles, 2 de junio de 2010

Cobardías

Si te quedas en casa, como bien dices,
pierdes las maldades.

Si te quedas con tus silencios
sé que no amarras tus lealtades.

Las paredes se convierten en corazas,
y las excusas en leyes,
y los miedos en verdades.
Las miradas en muertes
y la soledad en tu madre.

Pero también sabéis
que eso son cobardías y necedades,
pero también sabéis que allá fuera
están esperando los miles, los millones de humanidades.