miércoles, 7 de abril de 2010

Sendero

Mi sendero era, y es, largo y frondoso.

Al principio caminaba despacio, dando pequeños pasos. Todo ello debido a un deseo oscuro e indomable de arrastrar conmigo a otros.
Poco a poco, aunque tal vez demasiado, fui cortando aquellos laberínticos lazos. Estos lazos eran bidireccionables y siempre se debe asegurar uno de que el corte se realiza por los dos lados.

Al fin, creo, he terminado con todos los lazos. No es que desee vivir sola, es que deseo vivir conmigo. Así, mis pasos serás largos o cortos, pero firmes y seguros desde luego. Ahora, puedo construir otros lazos, no obstante estos serán delicados y no infernales cuerdas asfixiantes.

En mi sendero oscuro y frondoso habita el miedo. Por eso, recopilo mapas y huellas. ¡Tengo una brújula y un catalejo! Para averiguar en que profundo abismo se esconde el miedo. Ya tengo algunas pistas, y poco a poco, aunque tal vez demasiado, estoy completando el puzzle de mi miedo. Pero mi miedo me susurra y creo que me quiere decir que la imagen de su puzzle se parece a mi.