domingo, 21 de marzo de 2010

Sara

Sentada en el viejo sillón Sara lee su libro favorito.
Está tranquila, serena. Las líneas se van dibujando en su mente formando olas y mareas en su imaginación. Lee con una voracidad casi solitaria. Parece concentrada pero no puede dejar de mirarle. En realidad no lo mira, lo imagina en cada palabra, en cada línea, en cada historia.

Sentada en el viejo sillón, Sara lee su libro favorito.
Sabe que está a dos suspiros de ella. Suspira dos veces y ahí está.
No quiere suspirar más porque sabe que, en ese último aliento, èl se habrá quedado un suspiro atrás.
¿ Y si suspiro una sola vez? –piensa Sara- quizás me quede en el sillón leyendo mi libro favorito.