viernes, 17 de diciembre de 2010

Escondite: uno, dos, tres…

Mientes si dices siempre.
Frío. Huída.
Poros. Escarcha.
Hielo. Mentira.
Azul. Camina.

Escondite: uno, dos, tres…

Engañas al viento, a la música, a los cimientos.
No estoy. Cruza.
A través del espejo.
No mires. Ya estoy dentro.

Escondite: uno, dos, tres…

Vigila a los sordos.
Escucha a los ciegos.
Reniega del espejo.
Ya no me busques adentro.

Escondite: uno, dos, tres…

Cristal sin reflejo.
Verdad sin retrato.
Huída sin camino.
Lealtad sin amo.

Escondite: uno, dos, tres…

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Roces de escamas

Ya no hay dunas saladas,
ni espejos con razones,
ni armas descargadas.
Sólo mil rincones que no tienen morada.

Olvida.
Un río que cruza el bosque.
La casa esta vacía, sin jardín, ni helechos,
ni estrechos pasillos, ni libros, ni flores.
Perdones sordos, ruidos necios, silenciosas negaciones.
Rencores. Espinas. Lamentos.
Ni busco, ni te encuentro.

Ciega.
Un roce en la huida, lazos sangrientos.
Surco de temores. Sangre ciega, roce nulo,
sabor sin espera, llanto sin humo.
Verde sin tela.
Espejo que cruzo.
Llamada sin poros, tregua sin tumulto.
Bebida seca, aire oscuro.
Roces de escamas que desgarran.
Un sueño: no grito.

jueves, 18 de noviembre de 2010

1 de junio

Y sucedió que no buscabas.

De entre tus manos desnudas
se había derramado la pasión
que antes llovía en cascada.

La ciudad te había envuelto en un manto gris
y un velo oscuro cubría tu mirada.
Tu sonrisa era simple, pero no sencilla,
tu mirada era opaca que no turbia.

Ellos y sus maldades, o
serían ellos y sus rezos capitales,
con sus trajes y corbatas,
con sus uniformes y sus calles
habían conseguido disfrazarte con lemas y necedades.

Buscaste en el espejo.
Buscaste en tus huellas.
Y recordaste… que un día fuíste ella.
Y saliste a la calle y volviste seca,
y fuíste a la habitación, y a la sala, y a la balconera,
y fue allí que recordaste
un pedacito de lo que eras.

Fue en aquel instante, al leer aquel retrato
cuando un ardor recorrió tus venas.
Volvieron las dunas saladas,
tus ojos se enturbiaron
y tu mirada dejo de ser negra.
Entonces recorriste las cortinas
grises, necias y opacas y decidiste
que aquel libro dormiría siempre en tu cama.

miércoles, 2 de junio de 2010

Cobardías

Si te quedas en casa, como bien dices,
pierdes las maldades.

Si te quedas con tus silencios
sé que no amarras tus lealtades.

Las paredes se convierten en corazas,
y las excusas en leyes,
y los miedos en verdades.
Las miradas en muertes
y la soledad en tu madre.

Pero también sabéis
que eso son cobardías y necedades,
pero también sabéis que allá fuera
están esperando los miles, los millones de humanidades.

lunes, 24 de mayo de 2010

Cada día soy una

Cada día soy una
y me enredo en la madeja.
Un rostro y mil caras,
un ansia y mil ganas.

Cada día soy una
y jugueteo entre la maleza
entre los cristales y la cama.
Hago mudanza de ilusiones
que guardo bajo la almohada.

Cada día soy una,
tratando de despertarte el deseo
con una lágrima,
con un susurro,
con un anhelo de fantasía robada.

Cada día soy una.
Camino descalza.
Y juego a que no miras.
Y juegas a que no me hablas.

Cada día soy una.
Aunque todas me hacen falta.

miércoles, 7 de abril de 2010

Sendero

Mi sendero era, y es, largo y frondoso.

Al principio caminaba despacio, dando pequeños pasos. Todo ello debido a un deseo oscuro e indomable de arrastrar conmigo a otros.
Poco a poco, aunque tal vez demasiado, fui cortando aquellos laberínticos lazos. Estos lazos eran bidireccionables y siempre se debe asegurar uno de que el corte se realiza por los dos lados.

Al fin, creo, he terminado con todos los lazos. No es que desee vivir sola, es que deseo vivir conmigo. Así, mis pasos serás largos o cortos, pero firmes y seguros desde luego. Ahora, puedo construir otros lazos, no obstante estos serán delicados y no infernales cuerdas asfixiantes.

En mi sendero oscuro y frondoso habita el miedo. Por eso, recopilo mapas y huellas. ¡Tengo una brújula y un catalejo! Para averiguar en que profundo abismo se esconde el miedo. Ya tengo algunas pistas, y poco a poco, aunque tal vez demasiado, estoy completando el puzzle de mi miedo. Pero mi miedo me susurra y creo que me quiere decir que la imagen de su puzzle se parece a mi.

domingo, 21 de marzo de 2010

Sara

Sentada en el viejo sillón Sara lee su libro favorito.
Está tranquila, serena. Las líneas se van dibujando en su mente formando olas y mareas en su imaginación. Lee con una voracidad casi solitaria. Parece concentrada pero no puede dejar de mirarle. En realidad no lo mira, lo imagina en cada palabra, en cada línea, en cada historia.

Sentada en el viejo sillón, Sara lee su libro favorito.
Sabe que está a dos suspiros de ella. Suspira dos veces y ahí está.
No quiere suspirar más porque sabe que, en ese último aliento, èl se habrá quedado un suspiro atrás.
¿ Y si suspiro una sola vez? –piensa Sara- quizás me quede en el sillón leyendo mi libro favorito.

sábado, 30 de enero de 2010

Enseñanzas

Cuando ante ti se abre la nada
gracias a la caída sistemática
de tus propios conceptos básicos;
aquellos que gracias a su naturaleza aprendida
son apoyados sobre bases poco sólidas;
sólo queda apartar el rostro
ante el abismo donde rebosa el miedo.

Después debes tomar conciencia
y aprender a construir lo que
nunca deberán heredar tus hijos.

martes, 26 de enero de 2010

Ayer

Al sentirme tan cerca la distancia se incrementa, se niegan las emociones y la razón parece refugiarse en el sentido...

Un largo camino recorren las enseñanzas, adentrándose en el bosque de las ausencias, en el desierto de la ignorancia, en la ceguera del necio, en la soberbia del orgulloso y en la oscuridad de la vanidad.
La serenidad parece un espejo fantasmagórico que no encuentra su imagen. No hay reflejo, ni camino, ni destino. La mente se vuelve sorda ante el vacío que propicia la falta de serenidad.
La búsqueda no está en el exterior. La paz no es un lugar, una ciudad, un país; no es un desierto de arena, ni un mar de océanos. La paz se anhela pero es necesario aprender a leerla, a olerla, a pensarla, a recordarla. Es la búsqueda de una enseñanza. Es como una estrella que iluso crees alcanzar cuando intentas atrapar su reflejo en el agua.